Los luteranos formamos una parte de la Iglesia cristiana histórica. Creemos que ciertos escritos de los cristianos en tiempos antiguos, como el "Credo de los Apóstoles" y la "Confesión de Augsburgo," son resúmenes verdaderos de la Palabra de Dios. A estos documentos nosotros los llamamos las Confesiones. Pero no basamos nuestra salvación en estos documentos, sino en el sacrificio único y suficiente de Cristo.

Creemos que Dios, en su misericordia, utiliza medios visibles y materiales para impartir su Gracia (su amor y perdón inmerecidos) a los hombres -- ya que vivimos en un mundo visible y material. Estos medios son primeramente la Palabra de Dios, y luego los dos sacramentos del Bautismo y la Santa Comunión. Sin embargo, no basamos nuestra salvación en el haber participado de éstos, sino en el sacrificio único y suficiente de Cristo.

Nosotros, como muchos otros cristianos, preferimos adorar a Dios en un culto ordenado y lo más hermoso posible, que nos ayuda a recordar que estamos en la presencia de un Dios santo.

Aunque el nombre "luterano" viene del apellido de este gran reformador de la iglesia medieval, no somos seguidores de Martín Lutero, sino únicamente de Jesucristo, así como lo fue el mismo Lutero.

El mismo Dr. Lutero dijo una vez.  "Por Dios, no os hagáis llamar luteranos.  Yo no inventé la doctrina, y yo no morí por vuestros pecados.  ¡Llamaos cristianos!"

Sin embargo, el apodo se pegó y sirve para indicar, entre los cristianos, la línea particular de doctrina bíblica que enseñamos.